lunes, 9 de diciembre de 2019

PANCHITA Y EL SACERDOTE



Estaba linda Panchita
enfrascada en su costura
cuando se le acerco el cura
a darle el agua bendita.
Tal susto se dio Panchita
que la costura fue al suelo
y le entró tal desconsuelo
que la agarró el sacerdote
y pegándole un azote
hizo que olvidara el duelo.

Hija, te has asustado
y motivo no tenías
sabes que todos los días
he de venir a tu lado.
Panchita le ha contestado:
eso lo sé, padrecito
y lo que no necesito
es su mano en mi trasero,
usted no es el cocinero
de manjar tan exquisito.

Anda, no seas mal pensada
lo has interpretado mal
y es un pecado venial
pensar esa canallada.
Solo ha sido una chingada
todo lo que ha sucedido,
no se que te habrás creído
espero que me perdones,
tus condiciones me impones
y aquí no ha pasado nada.

Tienes bonita figura
tu cuerpo tan excitante
por detrás y por delante
que pena que yo sea cura.
Eres la fruta madura
que soñé va madurando.
Pues tendrá que irse marchando,
decía Pachita con son :
como el gallo de Morón
si pluma y cacareando.







         

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