jueves, 10 de agosto de 2017

LOS HUMANOS







Volaban en las alas de Pegaso,
y graban sus poemas en las nubes,
pasando por los valles y las cumbres
llamaron a las puertas del Parnaso.

Varios dioses les frenan a su paso,
proclaman no respetar sus costumbres
arrojando sus poemas  a la lumbre
ardiendo en los confines del ocaso.

Las musas, asumiendo su defensa,
alabando los versos de los hombres
que dignos esperaban recompensa.

Se sienten por el triunfo tan ufanos
ya ninguno recuerda sus raíces,
y que en la tierra siguen siendo humanos.

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