Cubrí tu cuerpo desnudo
con el calor de mis manos
y con mis besos paganos
de tu amor rompí el escudo.
-
Andrés Tello -
Cuando te llegue el mañana
y el tiempo duerma en tus venas
vivirás penas ajenas
que reflejen tu desgana.
Saboreaste la manzana,
ya sabes a lo que aludo
si tú me llamas, yo acudo.
Recuerdo tu timidez
cuando la primera vez
cubrí tu cuerpo
desnudo.
Nadando en la oscuridad
de aquella noche apagada
escondida en tu mirada,
creí ver la inmensidad.
Gracias a tu caridad
nos sentimos tan cercanos
que en paraísos lejanos
nos amamos sin pudor,
yo aplacando tu candor
con el calor de mis
manos.
Fueron las inquietas olas
que en la arena se rompían
llamas que se consumían
con rumor de caracolas.
Nuestros dos cuerpos a solas
eran luceros arcanos
escondidos cual villanos,
confundidos con la brisa;
al calor de tu sonrisa
y con mis besos
paganos.
Los jardines se inquietaban
al paso de tus andares,
no quitaste mis pesares
cuando mis ojos lloraban.
Tus sentidos maltrataban
a mi corazón desnudo,
pero yo destrocé el nudo
con palabras y romances.
Venciendo todos los trances
de tu amor rompí el
escudo.
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