sábado, 16 de junio de 2012

LA NIÑA Y EL RIO

Veo a la niña bajando

por la vereda hacia el río,

y late mi corazón

al compás de sus andares.

¡Quisiera ser peregrino

y de su fuente beber!

La veo por mi ventana

como su cuerpo desnuda,

dejar la ropa en el junco,

y sumergirse en el agua.

¡Quién fuera gota de lluvia

y dejar huella en su piel!

Sale la niña del río

brillando cual luna llena.

Recostada en el juncal

se refleja en ella el sol,

matizando los colores

de la hierba y de su cuerpo.

¡Quién fuera del astro rayo,

para fundirse con ella!

La veo desde mi ventana

por la vereda subiendo.


Andrés Tello

Febrero 2012



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