Apaga tu brillo, luna
deja la noche en tinieblas
que guiará mi camino
el resplandor de una estrella.
Al azul del firmamento
le robaré
sus colores,
para
adornarle con ellos
su lecho
lleno de flores.
Nos esperan
impacientes
horas de
amor y quimeras,
enlazados
estaremos
cuando de
nuevo amanezca.
Mi piel rozando tu piel,
tu pecho
sobre mi pecho
y nuestros
cuerpos unidos
en un suave balanceo,
como sereno
oleaje
de un mar
que viene de lejos.
Publicado en la Revista Literaria ORIFLAMA, número 21 de diciembre 2012
Publicado en la Revista Literaria ORIFLAMA, número 21 de diciembre 2012
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