martes, 16 de octubre de 2012




                 


 Apaga tu brillo, luna
deja la noche en tinieblas
que guiará mi camino
el resplandor de una estrella.

Al azul del firmamento
le robaré sus colores,
para adornarle con ellos
su lecho lleno de flores.

Nos esperan impacientes
horas de amor y quimeras,
enlazados estaremos
cuando de nuevo amanezca.

Mi piel rozando tu piel,                                
tu pecho sobre mi pecho
y nuestros cuerpos unidos
en un  suave balanceo,
como sereno oleaje
de un mar que viene de lejos.

Publicado en la Revista Literaria ORIFLAMA, número 21 de diciembre 2012



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