Estaba
linda Panchita
enfrascada
en su costura
cuando
se le acerco el cura
a darle
el agua bendita.
Tal
susto se dio Panchita
que la
costura fue al suelo
y le
entró tal desconsuelo
que la
agarró el sacerdote
y
pegándole un azote
hizo que
olvidara el duelo.
Hija, te
has asustado
y motivo
no tenías
sabes
que todos los días
he de
venir a tu lado.
Panchita
le ha contestado:
eso lo
sé, padrecito
y lo que
no necesito
es su
mano en mi trasero,
usted no
es el cocinero
de manjar tan exquisito.Anda, no seas mal pensada
lo has
interpretado mal
y es un
pecado venial
pensar
esa canallada.
Solo ha
sido una chingada
todo lo
que ha sucedido,
no se
que te habrás creído
espero
que me perdones,
tus
condiciones me impones
y aquí no
ha pasado nada.
Tienes
bonita figura
tu
cuerpo tan excitante
por
detrás y por delante
que pena
que yo sea cura.
Eres la
fruta madura
que soñé
va madurando.
Pues
tendrá que irse marchando,
decía
Pachita con son :
como el
gallo de Morón
si pluma
y cacareando.